Dolar paralero $

¡EL ÚLTIMO CARTUCHO! El programa económico de Maduro estalló en apenas 15 días

¡EL ÚLTIMO CARTUCHO!  El programa económico de Maduro estalló en apenas 15 días
Los más pesimistas daban al “Programa Económico de Recuperación” de Nicolás Maduro tres semanas antes de su colapso. Resulta que hasta ellos fueron demasiado optimistas: Quince días han pasado después de su implementación, y este fin de semana, el programa económico, sencillamente, naufragó, y lo que sigue es un agravamiento de la crisis que enfrenta el Gobierno y que luce, de muchas maneras, terminal.
Pedro García Otero / ND
Este fin de semana, el “ajuste” de los precios acordados (que no habían tenido tiempo siquiera de convertirse en referencia para la propaganda chavista) produjo una enardecida protesta de, justamente, muchos oficialistas en la red, algunos de ellos de renombre: “¿quién está fijando los precios?”, preguntaban algunos; “¿Trump, Macri o Duque?”.
El fin de semana pasó también sin que el Gobierno explicara por vía de Gaceta Oficial cómo quedaba compuesto el salario de 180 millones de bolívares fuertes o 1.800 soberanos para el programa económico; o cómo se le iba a pagar ese salario a quienes formen parte de las nóminas privadas; o cómo van a quedar las conserjerías. Este fin de semana protestaron los pensionados porque no cobraron (y fueron atropellados de la misma cobarde manera en que más de 100 manifestantes fueron arrollados en las protestas de 2017); este fin de semana, los comercios estuvieron cerrados porque no saben cómo van a cobrar a partir de este lunes el incremento de cuatro puntos en el IVA.
Y este fin de semana quedó evidenciado, con más fuerza que nunca, que el bachaqueo de billetes sigue siendo una práctica relevante, con billetes nuevos o viejos. Aquella frase de Maduro de “tenemos diez veces más billetes de los que necesitamos”, resultó no solo ser desafortunada, sino, como sucede con casi todos los anuncios de Maduro, es falaz.
Estaba claro que lo del “anclaje al petro” era solo un recurso de propaganda, como lo de la “disciplina fiscal” mientras se emite un bono inorgánico tras otro. Sin embargo, lo que no parecía tan evidente era el nivel de chapucería.
También está claro que a Maduro, lo de comprometer su prestigio personal lo tiene sin cuidado, pero se esperaría que si un presidente dice “yo mismo diseñé este programa económico”, algún detalle que generara confianza debería tener.
La escasez y tres correcciones de precios en dos semanas son la muestra del fracaso del programa económico de Maduro
Y el programa ha estallado, en apenas 12 días, en los que la inflación, según la Asamblea Nacional, ha superado el 200%. Y aún sin ejecutarse el ajuste de la gasolina, ni el de los pasajes (este último comienza hoy), la sensación general es de desasosiego. Los precios, que se contabilizaban, con el bolívar fuerte, en millones, hoy, con el bolívar soberano, alcanzan las decenas de millones. Y todo hace prever que el salario de 1.800 bolívares soberanos, que parecía un alivio, dejará de serlo para el momento en que sea cobrado… Todo tal cual lo señalaron los expertos.
¿Qué sigue?
Ante sí, Maduro tiene dos escenarios. El de la conflictividad creciente que lleva a la represión. O el de un ajuste doloroso, ahora sí, que es completamente incapaz de realizar. Porque no tiene respaldo de su propio partido cómo se ve; porque no cree que ese sea el camino. Porque además no hay recursos con qué mitigarlo. Como tantas otras veces, el chavismo se va a lo cosmético. Las soluciones quedan siempre para después.
Pero en este momento esa “fórmula mágica” (una frase que le gusta a Maduro mucho) no funciona. La emigración de venezolanos ya es tan fuerte que no solo Estados Unidos, sino otros países, comienzan a mirar al Gobierno de Maduro como el problema.
Los 1.800 generales de los que dispone la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mirarán sus quincenas el próximo 15 de septiembre y se preguntarán por qué ganan tres sueldos mínimos. Los trabajadores de las empresas privadas que se metieron en el Carnet de la Patria para ganar 180 millones de los de antes, este 7 de septiembre, se preguntarán por qué no han cobrado.
Maduro, mientras, no reacciona. Dos tuits del fin de semana decían lo siguiente: “Estamos transitando del capitalismo especulativo, caótico y criminal, hacia una economía de equilibrio. Vamos a recuperar el rumbo del crecimiento sostenido y sostenible, para darle a nuestro pueblo la Suprema Felicidad” y “Con el avance del Programa de Recuperación Económica y la reactivación de los Motores de la Agenda Económica Bolivariana, abrimos paso a la Venezuela del futuro. Vamos en el camino correcto hacia la Felicidad Suprema de nuestro pueblo. ¡Venceremos!”. En fin, dos tuits de paja. Sin nada concreto, solo adjetivos y promesas de aire.
Mayor distancia entre la realidad y lo que Maduro percibe en las redes sociales, imposible.
En una democracia, el problemón en el que nos tienen metidos Diosdado, Maduro y compañía (Diosdado es el único político más detestado que Maduro en Venezuela) tendría fácil solución: un cambio de Gobierno, unos años en la oposición, y de vuelta a la lucha.
Pero estos hombres, que decidieron quedarse para siempre, han obturado esa salida. Su salida. Y están ahí, como una lápida, impidiendo respirar a toda una Nación que en pocos días estará en la calle nuevamente pidiéndole su renuncia. Como en 2014. Como en 2017. Pero cada vez con más fuerza; y ellos, que se pusieron solitos en esa posición, con menos amigos.

“Ten cuidado con lo que deseas”, dicen los chinos. Y para Maduro y compañía, permanecer en el poder se les está volviendo una suerte de maldición. La lástima es que todos estamos pagando sus anhelos dictatoriales.

No hay comentarios.